www.semana.com. Los productores del tubérculo en Boyacá han lanzado un llamado de auxilio al Gobierno por la caída sustancial del precio de la papa. Los campesinos han tenido que ponerse a vender en las carreteras y regatear precios.
ace más de una semana que diferentes medios colombianos han informado que un grupo de productores de papa de Boyacá se posicionan al costado de la carretera entre Tunja y Bogotá para vender a precios muy bajos, y hasta regalar, kilos de este tubérculo porque ya “no hay quien les compre”.
“Me tocó salir a vender la papa aquí a la orilla de la carretera porque no nos la compran los negociantes, los insumos están carísimos”, explicó a una radio colombiana Albeiro Castro, cultivador boyacense.
Los campesinos aseguran que su última alternativa es ir con sus bultos de papas para intentar venderlos al costado de la autopista. Sin embargo, explican que no les deja mucha ganancia: hace un mes un bulto podía valer hasta 50.000 pesos colombianos (11,50 euros), mientras que el precio de ahora se sitúa en 7.000 pesos (1,60 euros).
Es difícil atribuirle solo una causa a la crisis del sector papero. Muchos aseguran que la pandemia del coronavirus ha agudizado la crisis y provocado una disminución del consumo, aunque los productores aseguran que la baja demanda y devaluación del precio del tubérculo se debe a la importación colombiana, los altos costos de producción y la falta de inversión en la industria.
Los agricultores colombianos no comprenden que el país importe papa desde Bélgica, Países Bajos o Alemania, en un país que produce más de 2.700.000 toneladas al año, que ha sufrido un incremento en el consumo en los últimos 10 años en los hogares colombianos.
Además, César Pachón, representante de la Cámara por el departamento de Boyacá, dijo al medio colombiano El Tiempo que los agricultores colombianos tienen una gran desventaja con respecto a productores extranjeros, debido a que no poseen capacitación suficiente ni asistencia técnica, y muchas veces los productos no cumplen con los requisitos fitosanitarios, en uno de los países con más plagas y hongos.
Ayuda del Gobierno
Los campesinos denunciaron inicialmente un abandono por parte del Gobierno, que ya ha prometido ayudarlos con un incentivo a la comercialización de la papa por 30.000 millones de pesos, lo cual beneficiará a más de 25.000 productores y permitiría comercializar alrededor de 200.000 de toneladas.
Panchón advirtió que esta ayuda tendrá un impacto positivo, pero que esta “se va a quedar corta”. “Tiene que haber voluntad política e incluso replantear el sistema organizativo, institucional y productivo de la papa y de todos los sectores del agro, porque no se puede continuar de esta manera”, agregó.
En tanto, Germán Palacio, gerente de Fedepapa, afirmó a El Tiempo que “es indispensable la empresarización y así evitar que sean otros los que pongan los precios en el momento de compra y venta”.
Otras autoridades y expertos estiman que existe una saturación en el rubro del cultivo de la papa, es decir, que muchos están trabajando en ese mismo sector. De todas formas, los cultivadores de papa esperan poder encontrar una solución en el corto plazo: en diciembre y enero, a causa de las heladas, suelen perder muchos de sus cultivos.
